Cómo reconocer y disfrutar de un buen Single Malt Escocés
Saborear un buen Scotch Whisky es dejarse cautivar por la arrebatadora belleza natural de Escocia.
Infinitos ríos, lagos y cascadas salpican un paisaje dominado por majestuosas montañas y colinas, atravesadas por profundos y alargados “glens”. Todo ello protegido por escarpados acantilados, que desafían la bravura del Océano Atlántico y del Mar del Norte.
Así es Escocia, la mítica tierra del agua con la que se elabora el auténtico Scotch Whisky.
Con más de 500 años de tradición, los escoceses son celosos custodios de su bebida nacional y observan rigurosamente la estricta normativa que regula su producción. Según esta, el whisky escocés debe ser:
- Elaborado a partir de cebada malteada, a la que solo se le puede añadir granos enteros de otros cereales.
- Producido en una única destilería, desde el mashing de los cereales hasta la destilación.
- Sin la adición de enzimas y agregando únicamente levadura en la fermentación.
- Destilado a una graduación no inferior a 94,8º para conservar el aroma y sabor de los cereales usados como materia prima.
- Envejecido en almacenes registrados, que garanticen la preservación del color, el aroma y el sabor de sus ingredientes.
- Envejecido en Escocia, en barricas de roble con una capacidad máxima de 700 L y por un periodo mínimo de 3 años.
- Embotellado a una graduación alcohólica mínima de 40º.
Esto es lo que establece la normativa que regula la GI (Geographical Indication) del Reino Unido, que además cataloga los Scotch Whiskies en cinco grandes categorías, según se usen o no otros cereales, además de cebada, y según estén o no mezclados.
Un Scotch Whisky debe elaborarse a partir de cebada malteada a la que solo se pueden añadir granos enteros de otros cereales y debe ser envejecido en Escocia, durante un mínimo de 3 años.
Un apunte que me parece interesante antes de continuar es que a veces la terminología puede resultar confusa. Hay dos palabras que conviene que comprendamos cuando hablamos de whisky escocés: “single” y “malt”.
Cuando usamos la palabra “single” como atributo de un whisky, nos estamos refiriendo a la destilería. Decimos que un whisky es “single” cuando ha sido destilado en una única destilería. Al contrario de otros producidos con la mezcla de whiskies de distintas destilerías.
La palabra “Malt” se usa para definir a los whiskies elaborados exclusivamente con cebada malteada, sin añadir ningún otro tipo de cereal a la mezcla.
Ahora sí. Vamos a ver la clasificación que nos indica la SWO (Scotch Whisky Association).
- Single Malt Scotch Whisky. Son los whiskies puros de malta elaborados exclusivamente con cebada malteada, en una única destilería y en alambiques continuos.
- Single Grain Scotch Whisky. Los Single Grain también se producen en una única destilería, pero no pueden clasificarse como Single Malt o como Blended Scotch Whisky. Han sido elaborados añadiendo otros cereales como maíz o trigo a la cebada malteada.
- Blended Malt Scotch Whisky. Son una mezcla de dos o más Single Malt Scotch Whiskies, de distintas destilerías.
- Blended Grain Scotch Whisky. Se producen mezclando dos o más Single Grain Scotch Whiskies.
- Blended Scotch Whisky: Son whiskies que mezclan uno o más Single Malt Scotchs con uno o más Single Grain Scotch Whiskies.
Todas estas clases tienen sus singularidades propias y se producen respetando escrupulosamente los procesos y estándares de calidad. Siendo justos, no podemos decir que una categoría sea mejor que otra, per se.
Es el arte de los Master Distillers y de los Master Blenders el que imprime su sello a cada whisky y el que, en una última instancia, hace que un whisky brille más que otro. Además, por supuesto, del gusto de quién lo consume.
Dennis Malcolm es el maestro destilador de Glen Grant, el artista que prepara el lienzo y repasa los trazos para que todos nuestros Single Malts sean la más pura expresión de la tradición e innovación de Glen Grant.
En el 2020 se cumplieron 180 años desde que los hermanos John y James Grant dieron forma a su ambición de producir el mejor whisky de malta de toda Escocia.
Levantaron su destilería en una ubicación privilegiada cerca del mar, muy bien comunicada por el puerto de Garmouth, en una zona rica en turba y llanuras de cebada, a las orillas del río Spey, rodeada de la exuberante naturaleza de Speyside.
En lo que realmente importa, poco ha cambiado desde entonces en Glen Grant, que sigue preservando ese ritmo tranquilo y pausado, propio de los procesos tradicionales.
La cebada se deja humedecer todo el tiempo necesario antes de extenderla en delgadas capas, para que germine hasta transformarla en esa malta que distingue a nuestros whiskies, una malta crujiente, quebradiza y, sobre todo, muy aromática. A continuación, tiene lugar el mashing en el que se eliminan las impurezas y la malta se prepara para la destilación, uno de los secretos a voces de los Glen Grant.
Los altos y delgados alambiques y los purificadores que el propio James Grant “The Major” (sobrino del primer James Grant) instaló en la destilería a principios del siglo pasado, son los responsables del fresco aroma a malta y la clara tonalidad que distinguen a nuestros whiskies.
Ellos garantizan que solo los vapores más puros y ligeros pasen al condensador y lleguen a convertirse en Glen Grant.
Después, solo el paso del tiempo y el tratamiento de las barricas, meticulosamente seleccionadas por Dennis Malcolm, culminan su particular color, y ese aroma y sabor ligeramente afrutado, tan inconfundible.
10, 12, 18, 25, 50 años… En Glen Grant no nos preocupa el tiempo, con tal de producir los mejores Single Malt Scotch Whiskies.
Por eso, hemos creado Arboralis para celebrar nuestro aniversario. Un whisky sin edad, atemporal, que se concentra en lograr el equilibrio perfecto de su perfil organoléptico superior, más allá de los años de añejamiento.
Arboralis quiere decir “luz que brilla entre los árboles” y está inspirado en los cálidos haces de luz que se cuelan por los señoriales jardines victorianos que rodean la destilería de Glen Grant.
Arboralis quiere decir “luz que brilla entre los árboles”. Es el nuevo Single Malt Scotch Whisky de Glen Grant, creado para celebrar los 180 de Glen Grant.
Solo tenemos que imaginarnos paseando por sus estrechos senderos para comprender el celo y el empeño de Dennis Malcolm por conseguir que Arboralis fuera la más pura expresión del verdadero temperamento de Glen Grant. El equilibrio perfecto entre tradición e innovación.
Como un pintor que utiliza toda la paleta de colores para dar rienda suelta a su creatividad, así Dennis Malcolm ha creado este Single Malt “NAS”. Un whisky “no aged statement” elegante e intemporal, de un delicado color dorado luminoso.
Su añejamiento en barricas de roble de bourbon (90%) y en barricas de roble de jerez (10%) le aportan un abanico aromático complejo y delicado.
Quiero invitarte a que disfrutes de Arboralis a tu manera, no hay formas correctas o incorrectas de degustarlo. Pero, si me permites un consejo, tómate tu tiempo y prueba a saborearlo en una copa Tulipán, que ayuda a liberar los aromas y los retiene para que los puedas percibir más intensamente.
Admira su color dorado brillante, como la luz que brilla entre los árboles, y agita delicadamente la copa para contemplar sus finas lágrimas deslizándose por el cristal.
Después, acerca la copa y percibe sus aromas florales y afrutados, con notas de pasas secas y pinceladas de madreselva, malta y roble, con toques cítricos de limón.
Suave en paladar, cuando pruebas Arboralis, sientes cómo sus notas a madera y caramelo se funden con las de frutos secos, seguidas de un ligero toque especiado. Tiene un final largo, en el que persisten los sabores a malta, vainilla y pera.
Si lo prefieres, puedes añadir unas gotas de agua natural, para liberar incluso más su expresión aromática. O servirlo con una roca de hielo.
No importa si eres un bartender, un experto whisky lover o un principiante aficionado. Arboralis es el whisky perfecto para disfrutar… a tu manera.
Giuseppe Santamaria
Campari Academy & Bartender Engagement Manager